La primera bomba conocida fue descrita por Arquímedes en el siglo III A.C y se conoce como Tornillo de Arquímedes. Son las máquinas que transforman energía, aplicándola para mover el agua. Este movimiento, normalmente es ascendente. Las bombas no generan presión, esta es debida al propósito de crear caudal, comprimiendo así el fluido y generando la fuerza necesaria para una determinada presión. Las bombas deben seleccionarse según el concepto del trabajo a realizar: presión máxima de trabajo, rendimiento, precisión y seguridad de operación, fácil mantenimiento, máximo flujo, etc.
Las características mecánicas de las bombas son definidas por las condiciones de la operación como presión, temperaturas, condiciones de succión y el material bombeado. Las características hidráulicas son inherentes a cada tipo de bomba y están influidos por la densidad, viscosidad, tipo de accionamiento y control.
La principal clasificación de las bombas se realiza según el funcionamiento en el que se basan:
Bombas volumétricas, el principio de su funcionamiento está basado en la hidrostática, de poder variar el volumen máximo de la cilindrada se habla de bombas de volumen variable. Si ese volumen no se puede variar, se dice que la bomba es de volumen fijo.
Bombas rotodinámicas, el principio de su funcionamiento está basado en el intercambio de cantidad de movimiento entre la máquina y el fluido, aplicando la hidrodinámica. A su vez pueden subdividirse en: Radiales o centrífugas, Axiales y Diagonales o helicocentrífugas.
Según el tipo de accionamiento las bombas de agua se dividen en: Electrobombas (accionadas por un motor eléctrico), Bombas neumáticas (de desplazamiento positivo), Bombas manuales (la bomba de balancín).