El barroco flamenco está dominado por la brillantez de Peter Paul Rubens. Su estilo de pintura juvenil se formó a partir de inspiraciones italianas tan diversas como Caravaggio, los Carracci, y Miguel Ángel, como podemos apreciar en la famosa obra “La violación de las hijas de Leucipo” (1616-1617).
Rubens y su taller ejecutaron un gran número de pinturas mitológicas y religiosas para clientes de toda Europa. Estilo maduro de Rubens, con sus colores muy ricos, composiciones dinámicas y formas femeninas voluptuosas, es el pico de la pintura barroca del norte y se ejemplifica con su famosa serie de 21 grandes lienzos, La vida de Marie de Médicis (1621 a 1625, Louvre, París). Entre los alumnos de Rubens, el más digno sucesor fue el flamenco Anthony van Dyck (1599-1641, Amberes, Bélgica) cuya especialidad era el retrato elegante, como el Retrato de Carlos I en vestido de la caza (1635, Louvre).
Otro de los trabajos de van Dyck es el doble retrato de 1638 realizado a los hermanos Lord-John-Stuart y Lord Bernard Stuart (National Gallery, Londres), hijos del tercer duque de Lennox. Ambos eran muy jóvenes cuando fueron retratados y murieron en 1644 y 1645 en la Guerra Civil inglesa. La temática flamenca a diferencia de los países como Italia, Francia o España se centró más en retratos de nobles que en temas religiosos.
Otros de los muchos retratos que realizara Van Dyck a la alta nobleza, es el que realizara a Amalia de Solms-Braunfels (1602-1675), esposa de Federico Enrique de Nassau (1584 – 1647), príncipe de Orange. Como primera dama de la Casa de Nassau, la retratada luce un elegante vestido negro con cuello rígido bordeado de encaje, y su gran escote está ornamentado por dos vueltas de collar de perlas y una gargantilla. El broche sobre el pecho, el anillo y las pulseras perladas completan la imagen de una dama de la alta aristocracia holandesa. El peinado “a la hurluberlu” marca también el detalle de la moda femenina del momento.
Jacob Jordaens y Adriaen Brouwer son mejor conocidos por sus convincentes escenas de género campesino, que son también los temas de la artista flamenco David Teniers y artista holandés Adriaen van Ostade.
Los escultores barrocos flamencos menudo toman su inspiración de arte barroco italiano. François Duquesnoy trabajó con Bernini en Roma, en la ejecución de la gigantesca San Andrés de San Pedro en 1633. El estilo de la obra de Artus Quellinus se derivó de Italia y de Rubens. El gusto italiano está igualmente presente en la arquitectura flamenca, como en la antigua iglesia jesuita de San Carlos Borromeo (1.615 a 1621, ahora un museo) en Amberes, Bélgica.