A diferencia de Italia, España no tomó la arquitectura renacentista pura. Por esto la arquitectura barroca se divide en dos estilos: plateresco y escorialense.
El estilo plateresco incluyó motivos góticos, mudejar y renacenstistas que fueron incorporados en las superficies decoradas
La decoración extrema plateresca pronto dio paso a la falta de decoración del estilo escorialense. Este segundo estilo, se volvió más relevante durante la segunda mitad del Renacimiento.
Juan de Herrera, el arquitecto del El Escorial, la mayor construcción de España, de aquí surgió el estilo escorialista, desornamentado. Este estilo es conocido por proporciones monumentales, formas limpias, decoración minima y austeridad.
Historia de la arquitectura renacentista española
La arquitectura renacentista en España se desarrolló importando ideas desde Italia y mucho después recibió influencias desde Francia. En España estos estilos entraron en contacto con las tradiciones preexistentes españolas que combinaron la arquitectura gótica y la arquitectura y el diseño de la cultura islámica (morisco).
El término mudéjar es utilizado para describir el trabajo de fines de la Edad Media y el Renacimiento temprano ( de 1200 a 1700 aproximadamente) cuando las tradiciones cristianas y moriscas convivieron en la península. El ornamento geométrico que aparece en la madera, la yeseríal el azulejado y el uso de colores brillantes (rojos, verdes, y en especial azules y blancos) son características mudejar que influenciaron el subsecuente diseño español.
El término plateresco se utiliza para identificar el trabajo del renacimiento temprano español porque comenzó con el trabajo de los plateros (herreros de oro y plata) que desarrollaron un vocabulario de ornamentación florida. Desde 1475 hasta 1550 los detalles ornamentales italianos se intermezclaron con detalles moriscos paraormar un estilo particular. La Catedral de Granada (1529) una estructura gótica estaba delineada en estilo plateresco por Diego de Siloe (1495-1563) con molduras clásicas y la gran reja que guarda la capilla real. Es un fino ejemplo del característico trabajo en metal de los interiores de als iglesias españolas.