Los adhesivos y sellantes son pegamentos que permiten mantener unidos dos o más materiales iguales o deferentes. El proceso de adhesión está formado por el o los materiales a unir (que se denominan adherentes) y por el componente que establece la unión (llamado junta o unión adhesiva). Así, la adherencia consiste en la transmisión de fuerza desde el adherente a través de la unión adhesiva.
En el caso de los adhesivos y sellantes se trata de una adherencia producida por el acoplamiento mecánico entre los materiales. Además de la energía mecánica que pueden absorber, influyen en su poder de fijación la penetración en los poros que el adhesivo posee y la capacidad humectante del mismo.
Los adhesivos y sellantes son elaborados a partir de polímeros y aditivos. Según sus componentes se dividen en sintéticos (colas de poli, vinilo, acetato, etilénicas o de poliuretano), de origen vegetal (cauchos naturales, de almidón, dextrinas), de origen animal (colas de gelatina o caseína). También pueden presentarse en versiones sólidas, que son calentadas para su aplicación, o líquidas, más comúnmente usadas en la construcción.
Estos productos se emplean ampliamente en numerosas industrias, así como también para la elaboración de muebles de madera y en la construcción. Por otra parte, son frecuentemente utilizados para reparaciones en el hogar como en el caso de filtraciones, sellamientos y otros usos domésticos.
Los adhesivos y sellantes suelen presentarse en cartuchos, que para ser aplicados requieren de una herramienta especial semejante a una pistola que va empujando el contenido de los mismos al exterior. Por su parte, las versiones de venta minorista se envasan en pomos de menor contenido.