El acrílico o metacrilato puede ser utilizado en un sinfín de aplicaciones, como ser: componentes para automóviles (reemplazo de parabrisas y vidrios, fabricación de faros delanteros y traseros) utensilios de cocina, muebles, bandejas, artículos médicos, artículos para el hogar, cartelería, letreros, señalización, herramientas de corte y grabado (tornos, sierras, agujereadoras, fresadoras, routers y roscadoras); también se utiliza el acrílico para la fabricación de claraboyas y cúpulas (adoptando formas cuadradas, semicirculares y esféricas permitiendo de esta modo el escurrimiento del agua).
También es utilizado en mamparas de baño, bañeras e hidromasajes y en cerramientos de balcones.
En lo relativo a la iluminación, pueden fabricarse lámparas, tulipas y artefactos de pie con acrílico.
En la industria publicitaria el acrílico es el sustrato más utilizado para el montaje de impresiones digitales, gigantografias, y ploteados de gráfica autoadhesiva. Se caracteriza por ser muy resistente, de alta durabilidad y muy liviano en el momento de la instalación.
Se utiliza frecuentemente en cartelería y señalética por ser muy resistente a la corrosión y tener la cualidad de aislante eléctrico.
A una determinada temperatura el acrílico es un plástico que se convierte en líquido, para luego endurecerse cuando se enfría lo suficiente, esto permite trabajar en diferentes formas de moldeo: inyección, compresión, inflación, etc.
En la industria naval el acrílico se utiliza para la fabricación de escotillas, ojos de buey y parabrisas para lanchas y fuera de borda, gracias a sus propiedades de inalterabilidad.
En la industria eléctrica y electrónica el acrílico es muy requerido ya que con él se pueden realizar frentes de tableros eléctricos y carteles para señalización de interruptores térmicos y disyuntores.
También se puede utilizar al acrílico en la elaboración de barras macizas, tubos o caños de diversos diámetros internos y externos, siendo estos muy requeridos en la industria como elementos de medición y visores.