El Palacio Pitti, es una enorme construcción renacentista de sillería cuyos bloques forman el almohadillado rústico característico, inspirado en los antiguos edificios romanos. Su arquitectura es simple y severa, monumental y masiva. El Palacio Pitti fue construido en sus comienzos por Lucas Fancelli en 1458 según el diseño de Brunelleschi, y fue terminado generaciones más tarde por Cosme I de Médicis en 1560.
Al principio el edificio constaba en la planta baja, de tres portalones alternados a cuatro ventanas; los pisos superiores contaban siete ventanas y lo remataba una terraza panorámica; Ammannati más arquitecto que escultor, ensanchó la fachada (1558) sin alterar el proyecto de Brunelleschi, o sea convirtiendo los dos portalones laterales en ventanas y completando su interior con el hermoso patio renacentista. Más tarde en 1620, Julio Parigi volvió a ampliar la fachada ladiendo tres ventanas por lado; su hijo Alfonso le confirió el aspecto actual. Entre 1764 y 1819, José Ruggeri lo completó con los llamados ‘rondó’ esto es, alas laterales que encierran la plaza.