La madera de pino proviene de los árboles de hoja perenne llamados pinos. Entre todas las especies de madera, la de pino es la que proporciona mejor aceptación de los tratamientos necesarios para lograr una mayor duración ya que se impregna fácilmente, es además un recurso abundante que ofrece buenos niveles de resistencia mecánica y sobre todo es fácilmente transformable y procesable.
La madera de pino combina un buen nivel de penetración y de retención para los tratamientos. En el pino la albura es impregnable y su duramen lo es parcialmente.
La madera de pino es un recurso histórico, tanto en Europa como en Asia se gestionan los pinares de forma controlada para satisfacer la demanda sin arriesgar la especie. La madera de pino ofrece buenos niveles de densidad, dureza, contracción, flexión, elasticidad y flexibilidad. El pino no destaca en una de estas características pero, globalmente, es la madera que proporciona la mejor combinación de todas ellas.
La madera de pino es una madera semi-pesada, poco nerviosa ya que posee fibra recta y es semi-dura, lo cual la hace apta para el chapado y cuyo mecanizado es fácil en todos los aspectos (cepillado, torneado, moldurado, taladrado, etc.). El encolado es apto, se puede clavar y atornillar con facilidad. Se combina sin dificultad con piezas metálicas de conexión. Además es una madera de color claro que ofrece posibilidad de pinturas para todos los gustos. Por sus características posibilita cualquier transformación y aplicación. Las especies que mejor se adaptan, procesan y existen en abundancia son: Pino Silvestre, Pino Oregón, Pino Laricio, Pino Pinaster y el Pino del Caribe.