El imperio ruso fue forjado durante cinco siglos de zares con anhelos colosales de lo que es hoy uno de los países más grandes de la Tierra. La construcción se transformó en el pilar de la expansión imperial cuyos palacios y estructuras muestran la magnificencia de una época de expansión dorada. Estos visionarios condujeron a Rusia a convertirse en una potencia mundial, utilizando tecnologías extranjeras para perpetuar el poder y construir un imperio.
En 1480 un líder llamado Iván III (1440-1505) decide acabar con los tártaros quienes dominaban la región. El principado de Kiev prosperaba. Tomaron la religión y las tecnologías de construcción de sus vecinos, los bizantinos para construir nuevas ciudades y pueblos a medida que la población iba aumentando. Uno de estos lugares se llamaba Moscú era un pequeño fuerte de madera cerca de un río fundado en 1147. A medida que iban evolucionando sus ciudades, el clan de Kiev fue conocido como ‘los rusos’.
En 1469 Iván III ordena construir la catedral en Moscú para dar a entender que Rusia sería un pueblo importante. Los trabajadores comenzaron este proyecto a comienzos de 1470, pero cuatro años después, la construcción se redujo a escombros gracias a un terremoto ya que fue construida sobre cimientos insuficientes. Entonces Iván decidió buscar a los mejores arquitectos para construir su imperio. Viaja a Europa y contrata a Aristóteles Fioravanti, conocido maestro arquitecto de Italia. Fioravanti tuvo que usar un ariete para demoler lo que quedaba de la construcción. El resultado revolucionó la arquitectura en Rusia y dejó impactados a los trabajadores y al propio zar.
Fioravanti continuó con la construcción de la catedral, hoy conocida como la Catedral de la Asunción. En este proceso introdujo numerosas innovaciones en tecnología de la construcción como vástagos de hierro, los ladrillos de barro cocidos al sol, cimientos con pilotes de madera, y la técnica de bloques de piedra entrelazados que no se conocían hasta ese momento en la región. Después del reinado de Iván el grande, Rusia había pasado de 24 mil km2 a 72 mil km2 de extensión.
En 1547, Iván el terrible asumió el trono de Rusia y formó un ejército de 150 mil hombres. Sus hombres adaptaron la ingeniería europea para la guerra a las necesidades de combate del nuevo zar.
El primero paso de la ingeniería rusa fue el diseño de una estructura portátil para defender a las tropas rusas en las planicies descubiertas. La llamaron el Gulyay-gorod.
El gulyay-gorod era una fortaleza móvil. Consistía en unas placas de madera unidas en sus extremos que servían para proteger a los tiradores de la infantería rusa. Podían medir 10 metros de altura o más.
En 1552, Iván el terrible lideró el asedio a Kazán con estas fortalezas móviles acercandose cada vez más a la ciudad sitiada. También construyeron túneles por debajo de la tierra hasta llegar a la fortaleza, donde depositaron kilos de dinamita que hicieron estallar la aldea por los aires.
En 1555 para conmemorar su victoria Iván encarga construir un edificio que se convertiría en el símbolo más emblemático del imperio ruso. Hoy se conoce como la Catedral de San Basilio de Moscú.
En 1696 un nuevo zar, Pedro el Grande (1672-1725) asume el poder convencido de rconvertir a Rusia en una potencia moderna. Pedro fue a Europa y estudió los métodos de construcción naval con los holandeses que eran expertos en el tema. También estudió el imperialismo naval inglés gracias al cual contaba con numerosas colonias y pensó en competir militarmente con ellos.
Al norte del río Neva, en el golfo de Finlandia, Pedro planeó construir una ciudad naval para estar a la altura de las potencias europeas. A esta ciudad la llamó San Petersburgo y tendría acceso al mar Báltico y a toda Europa por mar. La construcción de esta ciudad sería un reto monumental.
Para excavar los cimientos de la ciudad y al no poder recibir materiales por estar rodeada de marismas, los trabajadores tuvieron que sacar la tierra con sus propias manos y transportar toneladas manualmente en sacos o en sus prendas de vestir. Tuvieron que usar pilotes de madera como cimientos. Para ello los ingenieros construyeron un sistema de poleas para llevar miles de pilotes al terreno.
Se elevaba la cabeza y luego la soltaban y se hundía el pilote en el terreno
En cinco meses, miles de peones levantaron los muros de la fortaleza. Se cree que unos 20 mil hombres murieron durante la construcción de la ciudad a causa de enfermedades, debilitamiento y fatiga.
En 1706 mandó el primer busque desde el astillero de San Petesburgo, el primer complejo industrial de la ciudad que tenía constructoras navales, fabricantes de cuerdas, velas, fraguas y fundiciones de cañones. Rusia tenía su propia marina. En 1712 hizo el mayor de todos los cambios: declaró a San Petesburgo capital del país. Pedro había expandido los límites de Rusia desde el Báltico hasta el Pacífico, había construido una nueva capital europea, había creado una fuerza naval rusa, había construido escuelas de ingeniería y había multiplicado por siete el comercio ruso.
En 1714 Pedro empezó a realizar los bocetos de un gran palacio sobre un acantilado de 15 metros de altura mirando al mar en las afueras de San Petersburgo. Lo llamaría Palacio Peterhof que estaría rodeado de 240 hectáreas de jardines y coronado por una red dorada de fuentes que recorrerían toda la pared del acantilado.
Catalina la Grande (1729-1796) en 1762, la esposa del nieto de Pedro, convertiría a San Petersburgo en la gloriosa ciudad que es hoy. Catalina anexionó unos 320 mil kilómetros cuadrados de territorio lo que añadió una enorme riqueza para las arcas de Rusia y expandió el imperio hasta límites nunca antes alcanzados.
Catalina estableció normas arquitectónicas para la construcción de ciudades y llegó a construir unas 216 ciudades nuevas en el imperio. Las normas establecían como debería ser el trazado, como deberían estar diseñadas las plazas centrales, que tipo de fachadas debería haber, que tipo de materiales de construcción deberían utilizarse.
El proyecto de construcción más importante de Catalina fue la renovación de su residencial real: el Palacio de Invierno que tenía tres pisos y medía 195 metros de largo. Todo el exterior está decorado con más de 200 columnas y 150 estatuas esculpidas. En el interior contiene más de 500 habitaciones. Catalina inició un auge en la construcción como nunca antes el imperio había visto. Transformó a San Petersburgo en un escaparate ostentoso de la cultura, la riqueza y el poder del imperio ruso. Catalina la Grande escribió a uno de sus cortesanos: “No puedo parar de construir, es que construir es como una enfermedad, es casi como el alcoholismo”.
Una dinastía de emperadores rusos llegó a su fin en 1917 con la revolución bolchevique. Los zares habían intentado convertir a Rusia en la mayor potencia del mundo. Construyeron catedrales asombrosas, trayendo las tecnologías de Italia, crearon ciudades enteras desde cero, ferrocarriles que travesaban todo un continentes, como el transiberiano y lujosos palacios solo comparables con el de Luis XV el hombre más poderoso de ese momento.
Mientras construían un imperio, los zares construyeron edificios, ciudades, monumentos y obras de ingeniería que dieron relevancia al imperio en el mapa mundial.