El estaño es un metal de color blanco plateado, dúctil, maleable y de difícil oxidación. Por esto último, es elegido en construcción para recubrir objetos de otros metales, generalmente de cobre, acero o hierro, con la finalidad de evitar su corrosión producto de la exposición al aire húmedo y seco.
Otro uso conocido del estaño es el de servir para la soldadura y utilizado ampliamente por esto en la electricidad, constituyendo debido a sus características una soldadura de tipo blanda. Para esto suele presentarse en barra o carretes.
Por otra parte, el estaño se encuentra presente en diversas aleaciones, entre las que se destaca el bronce, producto de su mezcla con cobre. Esta aleación es la predilecta por los arquitectos a la hora de jerarquizar sus creaciones, ya que históricamente se la asoció a la exclusividad. Se considera la estaño y el plomo productos del mismo metal.
También, es muy empleada su combinación con las planchas de hierro para producir hojalata que se aplica para la elaboración de distintos materiales de arquitectónicos.
Además, pueden elaborarse tubos de estaño, aunque los mismos tienen un costo elevado. En este sentido, más frecuentemente se utilizó como cobertura interior de los tubos de plomo con el objetivo de evitar su deterioro.